jueves, 16 de diciembre de 2010

GRACIAS


India ya forma parte de mis vivencias. Ahora éste viajero se guarda el resto de impresiones para sí, no sin antes reconocer que no hubiera sido así sin la confluencia de personas y circunstancias. Debo agradecer a Ramón el tener la ocurrencia de éste viaje, a José Luis el enriquecerle, a Manolo el aportar otra mirada, a Laro y Neko el resignarse a no acompañarme, a Ana el hacerlo posible, y a los que han visitado éste Blog el haber dado otra dimensión a ésta experiencia.



Pero el Blog sigue abierto y prometo, de vez en cuando, compartir alguna experiencia de esas que, en el deambular de la vida, merece la pena detenerse a observar.
GRACIAS

miércoles, 15 de diciembre de 2010

País de contradicciones


India, en mi opinión, es un país de grandes contradicciones. Un lugar, a priori, lleno de tópicos para el viajero que se ve sorprendido por las situaciones más opuestas; donde se purifica con agua y fuego y se sufre una terrible contaminación del aire; donde se lavan en ritual y la basura invade calles, charcas y solares; donde las vacas, animales sagrados, se ven obligadas a rebuscar la basura que se las sirve como alimento.









El  país donde se oferta meditación a precio barato y sus calles son una locura de toques de claxon, melódicos y estridentes pitidos y descontroladas sirenas y donde ser pobre es una profesión, pero donde abunda la mano de obra y te emplean sólo para abrir la puerta de un restaurante. Donde hay que descalzarse por respeto religioso pero se defeca y orina por los rincones.
Son gentes tremendamente respetuosas pero que conservan las Castas y marcadas diferencias sociales y donde aún hoy, y con la mayor impunidad, un hombre puede quemar viva a su esposa con el despreciable fin de enviudar y obtener otra dote con un nuevo matrimonio. Las ciudades santas están llenas por doquier de altares dedicados a las miles de divinidades, pero la mayoría de la población no ejerce esa mística ni muestra la imágen que, seguramente interesada, nos mantienen de ellos desde los sesenta en la vieja Europa.



















No es un país de colores, aunque pueda parecer lo contrario. Si cambiamos nuestro objetivo y lo enfocamos más ampliamente veremos un país de grises y marrones, de tonos menos alegres, donde la tez de los rostros se confunde con el color del atuendo.
Son sus mercados y, especialmente, sus elegantes mujeres las que ponen color en la actividad cotidiana. Son ellas, perfectamente arregladas de la mañana a la noche, con los hermosos colores de sus vestidos, con sus adornos, sus uñas pintadas, sus tatuajes de hena, sus ojos perfilados… las que, como ha dejado constancia anteriormente éste Blog, atrapan la mirada del fotógrafo, especialmente las que conservan sus modos tradicionales, más destacado aún en zonas rurales y en el Rajastán y menos en resto de las grandes ciudades que hemos tenido el privilegio de patear.

















miércoles, 8 de diciembre de 2010

Los colores del amanecer


Los cambios que durante el amanecer  efectúa la luz es siempre fuente de inspiración para el fotógrafo. En los países donde el ritmo de la actividad humana la marca el sol, es una tentación no dejarse llevar por la pereza y aprovechar para ver el despertar de sus gentes y así también captar los colores del amanecer.

Antes de salir el sol en Mathura



Campanas del templo

Amanecer en las llanuras

Udaipur desde mi ventana

Remando antes de amanecer


Orando con las primeras luces

Ofrendas

Ganges, río sagrado

Plegarias con los primeros rayos de sol

Despierta un nuevo día en Varanasi

La niebla retrasa la salida del sol

Pero no todo es color en India, es más, apenas tiene color y, aunque a estas alturas pueda parecer contradictorio, es nuestro punto de vista el que entresaca del paisaje los rayos de luz mas hermosos, despreciando los vulgares, y creando ilusión en nuestros ojos. Pronto veremos los tonos más abundantes de este país. CONTINUARÁ