domingo, 13 de febrero de 2011

No se lo come el lobo

 El anticiclón de los últimos días, además de ríos de tinta sobre la contaminación de las grandes ciudades, ha traído temperaturas nada habituales por éstas fechas y deshielo  de la poca nieve que blanqueaba las cumbres. Algunos árboles, confundidos por lo agradable de las temperaturas, querían ya echar los nuevos brotes primaverales y empezábamos a tener la sensación de que el invierno ya había pasado. Parecía también que, aunque el frío y las nevadas habían empezado intensas y tempranas allá por noviembre, había resultado un invierno suave, demasiado suave.
Los cielos despejados producen grandes descensos de la temperatura, especialmente en las zonas altas, y, aunque escaseara la nieve, los que han andado por las montañas han podido disfrutar de bellos rincones y disfrutar de la cara invernal de la naturaleza, como reflejan éstas imágenes tomadas en las laderas de Peña Sagra.


Pero dicen las gentes de los pueblos de montaña que “el invierno no se lo come el lobo” así que, pasado el anticiclón y ya cerca de las fechas de primavera, vuelve el mal tiempo y volverá a nevar en los altos y volverá a llover en los valles y nos volverán a inspirar los carámbanos de los aleros, las gotas de lluvia, los reflejos en los charcos y los impermeables de colores.

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