miércoles, 27 de abril de 2011

Las hijas de Antonio

“Pan de leña” es solo una denominación que se atribuye a algunos panes en tiendas y panaderías,  que no significa siquiera que la masa de harina haya visto la brasa de leña para cocerse, y que da lugar a ideas erróneas sobre su elaboración. Es que ya no quedan hornos que usen leña, casi todos funcionan con gasoil y, para el paladar, el resultado no es el mismo.


La excepción está en Orzales, en Campóo de Yuso. A la orilla del pantano del Ebro, en la panadería Antonio, la madera se apila en el patio. Funciona con un horno tradicional, construido con ladrillos refractarios y la masa y los panes se introducen a mano, nada de bandejas en carros y chorros de aire caliente regulado con termostatos. Cada día, para cada hornada, se alimenta el horno con leña, a la vieja usanza desde que el patriarca, ya jubilado, fundara la tahona. Hoy es un negocio familiar regentado por sus hijos.


Una vez más, en la última visita encontré a las hijas de Antonio con las manos en la masa. Como siempre  usando las mismas harinas de primera calidad para hacer la masa,  la misma forma artesanal de hacer los panes o las sabrosas empanadas de chorizo o bonito, la misma cocción con brasa de leña y produciendo, posiblemente, el mejor pan de Cantabria.







viernes, 22 de abril de 2011

Cornudo y apaleado

Ante todo quiero dejar claro que va en sentido cariñoso y no aludo a ninguna circunstancia a las que suele hacer alusión esta expresión. Mas bien a dos situaciones distintas que me he encontrado estos días desempeñando mi trabajo en lugares diferentes y distintos protagonistas. Sí, he dicho bien, trabajando. ¡Qué le vamos a hacer!… no todo el mundo disfruta del largo puente.
Lo primero que encontré fue al cornudo. La mañana del jueves en el camino que en el barrio Ancillo de Argoños lleva al molino de mareas de  Jado. En realidad, para él, cabrón de casta, lucir unos buenos cuernos forma parte de su personalidad, de privilegio para con las hembras y de dominio sobre la manada. Pero lo que le diferencia del resto de machos de su especie, y desconozco si le otorga privilegios extras, es la duplicidad de sus  protuberancias que luce orgulloso y sacando pecho para la cámara, como si fuera consciente de que su testa resulta particularmente llamativa.

Al apaleado lo encontré al día siguiente. Humano, voluntario para recibir latigazos y orgulloso de vivir la experiencia. Sergio Albo interpretaba el papel de Jesús en la Pasión Viviente que la población de Castro Urdiales escenifica con gran realismo desde hace 27 años. Había ensayado todas las escenas menos esa, la de los latigazos, para que no le quedaran marcas, así que descubría la dureza de la escena mientras que la interpretaba en presencia del numeroso público y de su madre en la vida real, Ana Raquel Vega, que interpretaba a María. Pura Pasión.













jueves, 21 de abril de 2011

De sol y de luna

Llegó ayer, por fin. Recién salido del “horno”. Solo he podido leer el comienzo. Lo esperábamos como “agua de mayo” porque José escribe bonito, describe de maravilla y narra situaciones y anécdotas de forma amena y entretenida. Lógico, por otra parte, porque la sensibilidad de los artistas se manifiesta en cualquier forma de expresión y José, que ya no se expresa tan bellamente a través de la piedra, lo hace con la palabra o la tinta. En cada conferencia, en cada presentación de fotografías de “Color en los Orfanatos” el público es cautivado por su  narrativa. En cada texto en los que cuenta el día a día y las historias de los orfanatos de India y Nepal, emociona y cautiva.
Pero, y no voy a descubrir yo nada nuevo, detrás de cada gran hombre siempre hay una gran mujer, en este caso Aurora. Así que este libro “De sol y de luna” supongo que sea una historia compartida, ya os confirmaré cuando termine de leerlo. En la portada, Roshní y Chandrika, sus hijas.
José lo describe como “un relato que narra, en primera persona, el periplo de una pareja española que decide formar familia por la vía de la adopción en India. La romántica fascinación por ese legendario país en el preludio de una historia, llena de amor y de sufrimiento, en la que late la sospecha de que algunas existencias, por alguna extraña razón, están predestinadas a encontrarse y aunque las separen miles de kilómetros, cuando lo hacen comprenden al instante que, aún sin haber sido conscientes con anterioridad, llevan toda la vida buscándose.”
Bueno, voy a leerlo…


domingo, 17 de abril de 2011

Tetas y bomberos














No tuvieron que pensarlo mucho para poner nombre popular a estas montañas. Su silueta de busto femenino,  con sus dos monolitos cimeros vistos desde Liérganes,  se nos antoja lógico que así se llamen. Pero también tienen apellido: de la Pasiega. En honor a esta mujer luchadora que, trabajando de sol a sol por las laderas montañosas de las cuencas del Pas y del Miera, ejerció de madre y experta ganadera.  Sin duda también recordando a sus antepasadas, de pechos bien dotados, que adquirieron fama de amas de cría, emigrando algunas con sus retoños a la capital del reino para amamantar simultáneamente a los hijos de madres de mamas cicateras pero pudientes o nobles.


















A sus pies corre el Miera, río de truchas y leyendas, que atraviesa Liérganes por el puente que le dicen “Romano”. Pueblo donde “tomar las aguas” en su afamado balneario y donde, antaño cuando se cuidaba el detalle y la calidad,  era célebre su chocolate con churros, que hoy, salvo honradas excepciones, se ha convertido en un preparado excesivamente denso y pesado al estómago que nos hace añorar viejos tiempos.
Por cierto, Las Tetas de la Pasiega tienen nombre oficial, como cualquier montaña: Cotillamón (de 399 metros), a la izquierda, y Marimón (de 403 metros), a la derecha.







Nos acordamos de ellos cuando la catástrofe aparece en nuestra vida. La semana pasada ocurrió en Torrelavega. Varias familias se quedaron sin sus pertenencias y, lo más importante, sin su hogar. Pero ellos, los bomberos, intentaron durante varias horas impedirlo entre las llamas, el humo, los rescoldos y sobre las estructuras inseguras y dañadas. Calor, humo y cenizas… trabajo, entrega y compromiso.




¡Ah! Por último y si me permitís, os recomendaré una visita,  casi entre tinieblas por eso de que la luz no deteriore el papel. No os perdáis, si podéis acercaros, la exposición que se cuelga en la Fundación Botín de dibujos de Mariano Salvador Maella. Hasta el 5 de junio.




miércoles, 13 de abril de 2011

A 2.000 metros

Albos en el largo invierno, envueltos de vientos gélidos, hielo y piedra.  Agostan secos, pedregosos, de sol reverberante. Sin un arroyo, sin un árbol. Gris piedra y roca, calizas verticales, pedreras en equilibrio. Desierto de la España verde, la que se extiende a sus pies. Al norte, a tiro de piedra, el mar, de donde llegan los temporales que los cubren de blanco y frío.






Peña Vieja, con el Espolón
de los Franceses,  desde
los Puertos de Aliva
y el refugio primer  término.   

















                                                               














Los Picos, destacando el Pico Urriello,
dede San Vicente de la Barquera








Desde allí, desde el mar, se les ve altos, a 2000 metros, silueta en el atardecer, altivos al amanecer.

















El macizo oriental desde Liébana. Peña Vieja sobresale por el collado de Cámara. Otras cimas: Cumbre Avenas, Jisu, Prao Cortés, Cortés, Tabla de Lechugales, Silla Caballo,...








A Liébana le abrazan dando protección, carácter y ornamento. “La Peña” para los del lugar, “Picos” para los de confianza, y de Europa para los ilustrados y los libros. Paraíso de rebecos. Terreno de juego de escaladores, creadores de imaginativas rutas, derroche de resistencias, aventuras y gestas para la historia. Sumideros gigantes para espeleólogos por donde la roca se bebe la nieve que riega los manantiales del valle.
Macizo Oriental desde Aliva















Peña Vieja vista desde el camino que desde Espinama da acceso a Aliva


domingo, 10 de abril de 2011

Tres fotos

VENTANUCO
Por tamaño no llega ni a ventana, se queda solo en ventanuco. Mal pintado incluso,  pues al pintor se le escapó la brocha, se salió del marco y manchó de azul la piedra. Cambié de acera para pasar por su lado. Consiguió llamar mi atención. Son los detalles los que marcan la diferencia y extraen belleza de la vulgaridad.  Ya quisieran muchas ventanas lucir así de elegantes, vestidas de etiqueta con esa sencilla composición floral.
CARITA BONITA
Carita bonita, maquillada como para ir de boda, con largas pestañas de novia,  de pasarela. No dices nada, labios perfilados y sellados. Expresión serena, piel morena, lisa, de modelo. Te rodea el brazo, hojeando, te sujeta acariciando el papel couché que refleja tu imagen. No dices nada, no pestañeas, piel de papel, portada de revista.
SOLEDAD

Se fue la mar, como cada día, en su subir y bajar. Quedó la soledad, la silueta blanca, en el arenal. Huérfana de marinero, de pescador, de hombre de mar. Sin aparejo, sin remo, con las últimas luces y olor a sal, nostalgia y añoranza. Llegará pronto la noche y la luna traerá la mar. Nacerá el alba y volverá de nuevo a navegar.

jueves, 7 de abril de 2011

Colores, aroma y frescor

     Junto al ayuntamiento santanderino, al comienzo de la calle Miguel Artigas, cada mañana huele a jardín, huele a flores frescas. Aromas acompañados de abundancia de colores, frescura en el ajetreo urbano. Rincón placentero para vista y olfato de viandantes con prisas, paseantes con tiempo o ciudadanos de recados. Macetas florales para disfrutar durante tiempo mientras les damos cuidados, hermosos ramos, de esplendor efímero, para regalar un día especial, sorprender cualquier día a la persona querida o para iluminar de color desde un jarrón algún rincón.

















   Margaritas amarillas, tulipanes blancos, rosas rojas, ¡preciosas las anaranjadas!, claveles multicolores,… ramos preparados desde temprano por las floristas, para todos los gustos y deseos, para cualquier ocasión.


 












   Acera de color y frescura, aromática oferta en una de las calles más comerciales… ¡preciosas las rosas anaranjadas!