La primera vez fue un breve encuentro, casi de cortesía, entre varios agradables hallazgos. Me atrajo y quedó pendiente una cita. Así que pronto tuve un encuentro más largo que me permitió conocerla más a fondo y ya me cautivó. Ahora, familiarizado y con toda la confianza, el encuentro ha sido íntimo y confidente. He podido conocer rincones de su alma. Momentos de su día a día. Y, claro, me he quedado con ganas de más.
Ya sé que no soy una excepción. No conozco a nadie que, aunque sea un poquito, no se ha quedado cautivado por Lisboa. Y es que esta dama, de modales tradicionales, formas decadentes, aires capitalinos, añoranzas coloniales y modernos auras europeos acoge a sus admirados con hospitalidad y en un entorno familiar. No abruma con el ajetreo capitalino, permite perderte por sus solitarios recovecos, te abre las puertas de sus barrios, te enseña esplendor y ruina, te descubre el inevitable paso del tiempo de sus calles y sus gentes.
Imágenes que se suceden en cualquier gran avenida, en calles y callejones. De paisaje y paisanaje que, como siempre, el viajero selecciona, sustrae y guarda, ora por estética, ora por color, ora por idea. ¿Por qué no empezar por los amarillos en torno a la plaça do Comércio? …y también lisboetas contemplativos, esperando, paseando, familia en la escalinata de la rua Martim Vaz o, incluso, prostitutas de la rua Benformoso.
Mi Lisboa (1)
DE AIRES PORTUGUESS REGRESASTÉIS, DE CONOCER MÁS MUNDO CON CIUDADES Y DIFERENTES GENTES ,SUS PAISAJES RECOGES CON TU PORTADOR DE OBJETIVO GRANDE PARA PODER VER TRAS ÉL NUEVOS COLORES,FORMAS Y PARA CON NOSOTROS UN MENAJE; ÉSTE DE AGRADO ES BIEN RECIBIDO POR VER AL PASO A PASO CAMINAR SIN OIR NINGÚN CHASQUIDO ,SINO LA IMAGEN DE RECUERDOS , Y ALGÚN SUSPIRO.
ResponderEliminar