sábado, 29 de octubre de 2011

Siguiendo al zorro

Esta noche, o quizás de  madrugada, un zorro ha estado marcando su territorio en la orilla del río Saja, cerca de Terán, bonito pueblo en el valle de Cabuérniga. Hemos podido seguirle unos metros porque la crecida del río con las lluvias de días pasados ha dejado los limos alisados y el animal no ha evitado pisar por ellos. En un momento dado se ha acercado al curso del agua, que allí presentaba un pequeño talud con el consiguiente desnivel, y ha dejado visible y estratégicamente colocado un excremento, señal clara para otros congéneres de que ese territorio está ocupado.
Como una de las huellas estaba muy nítida y presentaba muy marcados los pelos del animal, hemos hecho un molde con escayola.  

Por la zona también ha estado merodeando no hace demasiadas horas un corzo, al que hemos seguido sus idas y venidas en la arena de la orilla. Quizá se acercó a beber muy de mañana. Sus pequeñas pezuñas era muy claras pese a no quedar grabadas en barro. No dejaban lugar a dudas tampoco las huellas de ciervo que aparecían por el camino próximo porque su mayor tamaño las diferenciaba. También las aves dejaron claramente marcas de su estancia.
Las que no quedaron suficiente claras fueron las de una garduña o una marta. No eran lo suficientemente bien definidas para saberlo con rotundidad. Eso sí, definitivamente eran de un mustélido.
Pero lo que no hemos encontrado ésta vez, son rastros de nutrias que por fortuna están recuperándose y volviendo a dar vida a nuestros ríos. Otra vez será, otra disculpa para que otro precioso día volvamos a explorar las riberas del río.



jueves, 27 de octubre de 2011

Cielos

Vientos del norte me hacen tiritar, vientos del oeste me mojan y del este me dejan ver más lejos. Los del sur me aventan el ánimo, me incordian con  ráfagas descaradas,  recordándome  que cuando se vayan llegarán las lluvias. Deshilachando oscuras siluetas del celaje.
Sures y nubarrones campean en lo alto, como los malos presagios, atemorizando, manteniéndome vigilante ante el chaparrón, cubriendo el cielo de luces y sombras.
Nubes negras, desgarradas, agitadas por torbellinos que trotan cerca del suelo, amenazantes, a punto de llorar chubascos. Cielos cambiantes, pintados de grises con pinceles de ventarrones, que del alba al ocaso me cautivan la mirada,  me persuaden para levantar la vista al cielo.
Y entre ráfaga y ráfaga, desafiando los remolinos de la adversidad meteorológica,  una paloma evidencia la armonía ante el caos, la paz en los campos de batalla.

Todas las fotos realizadas el día 26 de octubre en Cantabria

lunes, 24 de octubre de 2011

Otoño que se llevará el mar


Parecía que no iba a llegar nunca el tiempo húmedo y fresco cuando pasábamos  días de octubre todavía en la playa. Pero el viento sur  indefectiblemente hizo su aparición jubilando hojas y agitando árboles, tejas y ánimos. Llegó para situarnos ya en pleno otoño, para anunciarnos lluvias y cielos grises. Para cambiar el paisaje y borrar las estrellas y el horizonte a los mareantes.


Pero nunca los fríos y las lluvias obligaron en ésta tierra a mantenerse a refugio a sus gentes, especialmente cuando de pasear la playa se trata, ejercitando el cuerpo y, por qué no, el espíritu. Pie descalzo para sentir la arena, protección para el aguacero.



Y las hojas viajando en el viento llegaron al mar y quedaron en el arenal a la espera de la pleamar para, cuando las olas las bañen, echarse a navegar. Hojas de otoño, otoño que se llevará el mar.

Todas las fotos realizadas el día 24 de octubre en Santander

domingo, 23 de octubre de 2011

Cae la negra noche


Sombras alargadas de un sol de tarde, un sol que se extingue hacia el horizonte. Sombras negras, de otoño y de ocaso que oscurecen el valle. Sólo las más altas hojas brillan ya, sólo los últimos bordes se dibujan. Luz sobre verde, verde sobre negro.

Después del sol, mas tarde del ocaso. Cielo negro, noche negra y sin luna, cuando las calles están desiertas, en silencio y sin vida. Tiempo vacío, pasos olvidados sólo iluminados por el único farol encendido, pequeña luna en la inmensa noche.

lunes, 17 de octubre de 2011

Pedrito

Con el tiempo hemos compartido muchos momentos de esos que se quedan bien pegados en la memoria: algunos rodajes en cuevas, en tejados de catedrales, por la senda del oso, a lo Mad Max o a lo Chaplin, montajes artesanos en cine de 16 mm,… divertidas y fructíferas trasnochadas desglosando planos –que nunca se llegaron a rodar- de sus ocurrentes guiones.
Como le gusta “ir de flor en flor”,  se apunta a un bombardeo, así que casi vuelca con un todo terreno en una pista  africana unos días antes de acampar en mitad de la sabana bajo el Kilimanjaro, se ha estrenado descendiendo en rapel en Picos de Europa durante un rodaje o se dejó atrás el campo de aterrizaje mientras aprendía a volar en parapente. También ha probado eso de la esgrima, el golf, el paracaidismo…por ahora. Claro que en nada de esto se ha hecho experto.





  




De lo que es un experto de verdad es el lenguaje audiovisual. Pedro Miranda es un realizador que domina todos los aspectos de su oficio. Pero lo que más llama la atención es cómo afronta cada día la tensión del informativo que realiza, durante la emisión en directo y, especialmente, cuando se acerca la hora de salir al aire y no están preparadas las imágenes o los textos de las noticias, cosa más habitual de lo que debiera.

Por eso también le hemos “liado” para que el viernes nos lleve al otro lado del televisor y  nos enseñe cómo es su trabajo, nos muestre cómo afronta el directo. Una charla interesante y, seguro, que amena porque Pedrito es un tío “majete”, durante la jornada laboral y fuera de ella. ¡Ah!, ¡Y es mi amigo!

jueves, 13 de octubre de 2011

Agua, tierra y fuego

Tres de los elementos que, junto con el aire, diferentes culturas de la humanidad, a lo largo de toda su historia, han utilizado para explicar la naturaleza. Desde los antiguos chinos o griegos, budistas e hinduistas, hasta el renacimiento y la ciencia moderna, como fases o como elementos químicos, han servido para definir la composición del cosmos.
Agua y tierra se mezclan, se fusionan, se amoldan, se flexibilizan y toman forma para que luego el fuego fortalezca su unión y convierta su figura en cerámica.























Pero son las manos del hombre las que desde tiempos remotos supieron combinar esos elementos para crear objetos que la naturaleza sola no podía crear. Objetos útiles antes de la historia y útiles hoy, miles de años después de inventarse, y que, de algún modo, han influido en que la trayectoria de la humanidad haya sido la que ha sido.  

miércoles, 5 de octubre de 2011

Maestro

Yo le llamo Maestro porque de él aprendí muchas cosas del oficio que compartimos, porque es un maestro con la cámara, la de televisión y la de fotografía, porque maneja la luz con maestría. Ramón Senent tiene gran técnica y una larga experiencia, pero además tiene un exquisito gusto con la imagen, en el encuadre, en la composición,… lo que le otorga a sus grabaciones una gran calidad y, por tanto, un mayor realce al resultado final de los reportajes
 

























Este viernes se enfrenta a un reto que su modestia había impedido realizar antes: ser él mismo el centro de atención, eso sí, para compartir sus experiencias durante los rodajes de reportajes y documentales. Hemos conseguido “liarle” para que salga de detrás de la cámara y cuente a una interesada audiencia cómo trabaja.  En ésta ocasión no hablarán sus inconfundibles imágenes, sino que será él, con su propia voz, quien hable de su oficio, de su manera de convertir la luz en relato visual.

Este post es fundamentalmente un reconocimiento hacia él porque sobretodo Ramón es, para quienes le conocen bien, una gran persona y para mí, además, un gran amigo.

lunes, 3 de octubre de 2011

Hace calor

Llegó el mes de octubre ¡Quién lo diría! Ni una nube en el firmamento, un sol implacable, una temperatura más alta que en agosto,…




La playa, el mejor plan para pasar la mañana o la tarde. Baño refrescante o paseo por la orilla que tonifica el cuerpo y el espíritu. O paseo junto a la bahía por eso de que cerca del agua parece estar más fresco, con paraditas contemplativas para no sofocarse, con apacible lectura del periódico y, sobre todo, bebiendo agua para no deshidratarse.




Jornada veraniega en pleno otoño, deleite de lugareños y visitantes.