sábado, 28 de enero de 2012

Convidados de los masais

Declinamos pasar la noche en sus chozas y montamos las tiendas de campaña junto a la cerca de ramas del poblado –manyata- para no perturbar demasiado su rutina. Aceptamos la invitación a cenar, eso sí, con la incertidumbre de cuál sería el menú que degustaríamos. Pero la sorpresa llegó antes de la cena. En un lugar en mitad de la sabana, lejos de la población más próxima y a varias horas andando de la fuente más cercana, antes de servirnos un exquisito arroz, nos ofrecieron una palangana con agua para lavarnos las manos.





Nos habían guiado hasta allí campo a través, fuera de la pista, por donde ellos se desplazan a pie. Nos habían recibido hospitalariamente, saludándonos cortésmente mirándonos a los ojos, orgullosos y agradecidos porque nuestro médico hiciera un reconocimiento a los niños. Las madres habían cogido  unos caramelos que ofrecimos sin ningún recato y con inusitada alegría infantil, los niños nos observaban ensimismados y los jóvenes guerreros -los moran-, como siempre, se mantenían altivos y distantes, pese a la enorme curiosidad que refrenaban. Sacrificando algún carrete, les dejé la cámara de fotos y las gafas de sol, posamos para ellos y, roto el hielo,  empezamos todos a disfrutar del encuentro.





Fotografiados por otro guerrero masai
Con una luna llena que iluminaba la llanura y hacia destacar la silueta del Kilimanjaro, los niños cantaron y bailaron para nosotros su peculiar danza. Entonces los ensimismados, emocionados y agradecidos éramos nosotros. Todavía hoy, tantos años después, se me inquieta el espíritu cuando recuerdo aquel momento. Más tarde, me costó conciliar el sueño mientras sonaba  a lo lejos un tan-tan y rememoraba la jornada vivida, lamentando no poder alargar más la estancia allí.





Al día siguiente, fuimos despedidos por hombres, mujeres y niños –los guerreros protegían ya el ganado del ataque de las fieras mientras pastaba- y reanudamos el viaje, no sin pesar por dejar la tierra de los masais.
Rodando en la manyata masai
Del siglo pasado (7)

2 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Fue alucinante. Y como comenté en el anterior post, fue antes del boom turístico después de la película "Memorias de África". Que no veas cómo se notó.

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