lunes, 30 de junio de 2014

Cae la noche



Termina una tarde mas. Los hombres de mar ya amarraron a puerto, ya recogieron los aparejos. Finalizó otra jornada de salitre e incertidumbre, de mirar de reojo el horizonte mientras se faena, no vaya a ser que se levante el viento que trae la tormenta, de escasas capturas que llevar a lonja.
En tierra, se apuran las últimas horas con unos tragos en las tabernas del puerto, comentando, como siempre, cómo ha ido el día. Apurando el vaso mientras las calles se van quedando vacías  y ya pesan las horas que hacen desde la amanecida.
Cae la noche en Bermeo. Mañana, temprano, los barcos se echarán de nuevo a la mar…
 





                                         (Clicar sobre la foto para ver mas grande)







 
                                           Fotografías realizadas en junio de 2014
                                           (Costa Vasca 2)

martes, 24 de junio de 2014

Noche mágica


Noche mágica, noche purificadora, renovadora… fiestas populares, noche de mar y fuego, de ablución supersticiosa y obscenidad profana. Ritual repetido, de pueblo en pueblo, de solsticio en solsticio, regenerado desde la noche de los tiempos.




 

 
 
 
                                   Fotografías realizadas el 23 de junio de 2014
                                   (Costa Vasca 1)

miércoles, 18 de junio de 2014

Tiempo de verano

























                    
                                      18 de junio de 2014 (cámara compacta Olympus VG 130)

sábado, 14 de junio de 2014

¡El mar!



Volvíamos a la Braña de los Tejos. Subía el último cuando mis compañeros llegaban a Pasaneu. Cuando remonté el collado, los encontré inmóviles mirando el horizonte, mirando… ¡El mar!
 

 
Las veces anteriores que había llegado hasta allí, desde San Pedro de Bedoya, las nieblas me ocultaron las impresionantes vistas, me taparon la franja del mar y la costa que, desde Tina Mayor al Cabo de Ajo, se divisan desde tal mirador o, incluso, el Castro Valnera.
 
 
 
En ésta ocasión habíamos partido desde el pueblecito de Lebeña, bajo la mole rocosa del Cueto Agero, zona de escalada y de osados itinerarios de una buena generación de escaladores cántabros, ascendiendo hacia los invernales del mismo nombre. Pasada la majada, se desvía el camino hacia la derecha, abandonando la vieja vereda que por el collado de Arcedón lleva a Cicera, continuando por el camino minero que lleva a las brañas de Taruey y las minas abandonadas de la zona. La ascensión es todo un recorrido geológico donde descubrir afloramientos de pizarras y rocas metamórficas, mas antiguas, y las calizas, sedimentarias, de formación mas reciente y mas abundantes en Picos. Los numerosos manantiales delatan también la presencia de estas rocas impermeables y convierten el recorrido en un paseo botánico.
La Braña de los Tejos es un lugar especial. La numerosa presencia de estos árboles, con mas de 2000 años según los expertos, lo convierten en lugar único desde donde contemplar  maravillosas panorámicas de la Cordillera Cantábrica o los Picos de Europa, complementado con la presencia de una gran variedad de plantas que tienen allá arriba su hábitat.
 







 



















Fotografías realizadas el 7 de junio de 2014